Con la ruptura que el gobierno de la república ha hecho con los medios de comunicación cobradores del silencio y chantajistas, no solamente se ha podido exhibir el grado de manipulación de los lectores de noticias y analistas en favor de un sistema empresarial corrupto y amoral, sino también han mostrado su verdadera personalidad de mala personas y pésimos profesionales, que sobresale ante su desesperación de la pérdida de privilegios.