La sociedad de consumo, los estereotipos en favor del mismo
objetivo y la formación de figuras famosas que fueran vendibles como artistas
para lograr una estrategia direccionada, se le adjudica a los Estados Unidos
desde los años 50, aunque el país norteamericano, siempre ha utilizado la
publicidad y la propaganda para que sea considerado como la frontera más desarrollada, poderosa y
democrática del mundo. A finales del siglo pasado e inicios del presente la
tecnología ha dado espacio a nuevas voces que narran nuevas realidades y se ha
contrapuesto la razón con la emoción y la domesticación mediático
tradicional. Las horas de televisión se ha reducido a cambio de la interacción
lo que no solamente ha dificultado la creación de ídolos generalizados sino
también ha disminuido a quienes se decían “líderes de Opinión”. Sin embargo en
países como México, aún existe un gran número poblacional que por educación o
acceso económico, todavía está limitado en la comunicación moderna y en las
nuevas fuentes informativas, por lo que existe una estrategia dura y de la
vieja escuela, que está convencida de que la repetición d eideas aunque sean
falsas o la utilización de personajes
famosos, ciertos artistas o presencias atractivas, pueden servir de golpeteo
para cualquier proyecto que tenga sanidad contraría a los intereses de consumo,
tal y como lo que ocurre con la actriz Kate del Castillo y un grupo de famosos
comadados por el sobrino de Luis Ernesto Derbez, exsecretario del gobierno
foxista, se unieron para atacar la construcción del Tren Maya, después del
enorme éxito que ha provocado la construcción del tan atacado Aeropuerto de
santa Lucía, construido por la administración del Presidente López Obrador.
Kate quien tiene demandado al gobierno federal por acciones incorrectas en la
administración de Peña Nieto en donde fue acusada de la comisión de
encubrimiento entre otras acciones en favor del narcotraficante Joaquín Guzmán
Loera, fijó su postura en contra de la construcción de la obra realizada al sur
de nuestro país porque provoca un supuesto ecocidio por lo que trata de frenar
el desarrollo del tramo cinco de otra
obra insignia de la Cuarta Transformación. “Hoy nos hacemos presentes
con respeto y atención.No necesitamos un Tren Maya que no tenga evaluaciones
ambientales, si necesitamos nuestros ríos, selvas y cenotes”. Escribió la
actriz quien ha señalado admirar a personajes involucrados con el crimen
organizado como lo es el hoy encarcelado “Chapo Guzmán”. El Tren Maya es un
proyecto de desarrollo que busca un crecimiento integral en las comunidades,
municipios y estados que recorre la ruta, en donde expertos han explicado que
El proyecto incluye una estrategia de mitigación y compensación para la
conservación del medio ambiente. Se mejorarán los corredores biológicos y se
construirán pasos de fauna para asegurar el libre tránsito de las especies y la
continuidad de la masa forestalen el ecosistema.Para jaguares y especies
mayores se proponen pasos de fauna elevados, anchos y cubiertos de vegetación
silvestre local. Para el mono aullador y araña se colocarán
estructuraselevadas, a manera de puentes colgantes.En el proyecto carretero
Cancún-Tulum se llevarán a cabo campañas de reforestación. queda claro que una obra en el mundo civilizado, cualquiera que sea, traerá
consigo un impacto ambiental que de preferencia se debe evitar sea grave, que es una acción muy diferente a lo que puede ser
un ecocidio o un crimen ecológico, como lo pretende dar a comunicar la actriz
de la serie de alto impacto, “La reina del sur”. Más en www.somoselespectador.blogspot.com