ALGUIEN TIENE QUE DECIRLO: LA PERVERSIDAD DIRECCIONADA

 

Los noticiarios de televisión en México, pasaron del cerco informativo al bloqueo noticioso, ya que ante la pérdida de privilegios económicos, patrocinios, anuncios e intercambios comerciales con el gobierno federal en la llamada 4T, es que  los dueños de las televisoras, determinaron cambiar las notas de interés manipuladas por notas policiacas, algo como lo que ocurrió con el periodismo de espectáculos que terminó ahogado, en las notas de chismes y del corazón, con el fin de dibujar un México sangriento e incontrolable para el Presidente en turno. Estudiantes de la comunicación, que  con la idea de que el periodismo es una profesión y no un oficio, acuden  a escuelas o universidades, para terminar ocupando cargos en la televisión como auténticos merolicos del chisme o gritones de la nota roja, mientras que los más influyentes, alcanzan a ser charlistas de opinión o supuestos debatistas, que son corrompidos para un ejercicio direccionista en favor del dominio económico y político empresarial, de lo cual pocos escapan. Los supuestos contenidos informativos de larga duración y  programas con mesas redondas de platicadores contratados, en realidad mantienen los mismos conceptos amañados con los que vieron sus nacimientos después del fraude electoral del 2006, cuando el televidente pedía participación confrontativa pública y cuya respuesta fue cerrar los programas en vivo y los mensajes reales   que enviaba el televidente que seguía una emisión,  lo que fue una descarada política de no democratización que quedó estampada  cuando el chistorete de Adal Ramones, al ser interrumpido en su transmisión en vivo, por un grupo de jóvenes que denunciaban el fraude de Felipe Calderón,  fueron tapados de sus bocas y echados de los foros de San Ángel, a los cuales solamente se podía volver a acceder, casi con un fichaje de cada visitante. Para limpiar tal situación, es que en poco tiempo se establecieron las mesas de diálogo controlado, al establecer lista de invitados para las confrontaciones, y así evitar otra avalancha de denuncias democratizadoras, en la contienda electoral de Peña Nieto, que como candidato fue echado de la Universidad Iberoamericana como aquel grupo de jóvenes fueron echados de Televisa, en las elecciones de seis años antes. El desarrollo de siempre por parte  de los noticiarios televisivos o los contrapuntos televisados que están basados en el conosimplismo, han formado teleconductores y televidentes sin capacidad de análisis profundo, e incapaces de exhibir pliegos con puntos de conflictos y puntos de propuestas de solución del tema planteado y del ejercicio de la vida pública y política del país, de las acciones de gobierno, del rumbo del Estado y del contorno internacional. La fuente de información de los opinadores y de los noticieros en todo el mundo, nacen a lo máximo, de tres agencias noticiosas propagandísticas, con lo que logran hacer de la manipulación casi un idiosincrasía, en donde se identifica de manera sistemática y continua al mal gobierno, pero a la vez, ante tanta normalización del mal se logra  acabar consintiendo a quienes producen dicho mal, y a la vez,  retroalimentando un solo régimen de gobierno, y una vida unicultural, con características de control social y económico, y denigración humana, con lo que se consigue que ciertos individuos sean motivadores para el no derrumbe del sistema perverso y otros se mantengan como líderes de opinión y educadores de "guacamayas". Tendrá que ser un buen gobierno pero sobretodo un pueblo inteligente y organizado quien deje en claro la verdadera funcionalidad del Estado, establezca un pliego alterno del respeto de los derechos humanos y de la autonomía de los pueblos, de donde debe partir, que los dueños de los medios de comunicación son propietarios de los bienes muebles e inmuebles adquiridos para sus transmisiones pero no de la conciencia de sus empleados ni  de la señal satelital y de intercomunicación que pertenece al Estado. Más en www.somoselespectador.blogspot.com