Para estas alturas en otros sexenios, Joaquín López Dóriga junto con otros chayoteros, ya gozaban de los regalos de presidencia y de la entrevista con el titular del ejecutivo para sus televisoras, ahora ya no gozan ni de beneficios ni de pagos del presupuesto público. La desesperación de López Dóriga que muestra en su noticiario cada día, es por ya no tener los privilegios ilícitos del pasado, en donde en conferencia de prensa el Presidente López Obrador, mostró una lista de pagos de gobiernos pasados, en donde Joaquín resultaba el más beneficiado con más de 251 millones de pesos para sus bolsillos, además de tener teléfono directo para recibir ordenes desde la extinguida residencia de Los Pinos y para obtener entrevistas con altos funcionarios, que el lector de noticias utilizaba para su lucimiento personal, ya que muchas veces hasta se le permitía regañarlos por sus supuestos errores o retardos. López Dóriga este sexenio no tuvo entrevistas en la casa del presidente y sus pujidos en contra del movimiento anticorrupción no han dado resultados, por el contrario, tales corajes han traído como consecuencia que a López-Dóriga se le agudice sus trastornos de memoria, de ansiedad e irritabilidad como consecuencia de su alcoholismo., ya que no hay día que no diga una cosa por otra o confunda a personajes y fechas, lo que rebasa la pifia normal de quien no somos perfectos aunque lo tengamos que procurar frente a un micrófono. Ante la lista de más de diez quejas por emisión y otra decena de dudas sobre el gobierno del Presidente López obrador, resulta que el hombre que presume haber tenido la valentía de ser corresponsal de guerra y de haber podido entrevistar a todos los presidentes de México que estuvieron activos durante su carrera de comunicador, resulta que ha mostrado el arrojo de un raedor, para acudir a las conferencias matutinas presidenciales y encarar al Presidente López, tal como lo hizo el fallecido Ricardo Rocha, después de que su nombre apareció en la lista de chayoteros, justificando su dádiva, como un trabajo profesional al servicio de Presidencia. Joaquín López Dóriga no es capaz de tener entereza periodística, y si no fuera porque los empresarios de la comunicación ya no le atribuyen facultades de precisión informativa, Joaquín no dudaría en irse a España, su país natal, para desde ahí realizar su noticiario para México, como lo hará en unos días Ciro Gómez Leyva. En un principio y al ser acusado de chayorero, López-Dóriga trató de que la noticia pudiera pasar desapercibida, pero después tuvo que optar por el cinismo y la victimización cuando llegó a 316 menciones parecidas, sin embargo la figura cobarde que aparece en la pantalla de telefórmula y que se escucha por radio todas las tardes como si ya no existiera la réplica ante la caída de los medios monopolizados, ahora tiene su última oportunidad para mostrar todo lo contrario y acudir el próximo lunes 30 de septiembre a la conferencia presidencial para interrogar al presidente López Obrador como lo hace a distancia, en vez de contar las horas, los minutos y los segundos que faltan para que Andrés Manuel López Obrador termine su mandato presidencial como uno de los dos presidentes con mayor aceptación en la historia de México. Más en www.somoselespectador.blogspot.com