Gran curiosidad causó en los años ochentas, los llamados mandos, que permitían a las personas
seleccionar cualquier canal de
televisión, si tener que levantarse del sofá para hacerlo manualmente. Después,
sorprendía el supuesto cine en casa y en la actualidad, el televidente ha
perdido la capacidad de asombro con el smart-tv y las pantallas planas de LED, con la
versión refinada de las LCD y plasma, tal situación se observa como la
necesidad de captar internet ante una programación de TV insuficiente, por lo
que la situación tecnológica ya está
superada para un televidente, que solamente parece esperar ser sorprendido, con
la situación creativa del contenido en pantalla, al haberse quedado rezagada. Más
en www.somoselespectador.blogspot.com