Aquellos que escandalizan la visita de Pablo Montero a Venezuela para festejar al supuestamente dictador Nicolás Maduro y se desgarran las vestiduras atacando a los gobiernos de otros países, son los mismos que aplaudían el régimen de saqueo en el pripanismo, y quienes admiraban hipócritamente, la presencia dictatorial de Raúl Velasco en los medios, quien regularizó como una situación normal y aceptada, los malos manejos en los concursos musicales y la corrupción en los certámenes de belleza, el pago chayotero a periodistas, el veto a quienes no hacían su santa voluntad, el dedazo artístico, el influyentismo, el despotismo y sobretodo el atropello a la televisión de buena calidad. Un 26 de noviembre de hace quince años fallecía el polémico conductor de televisión que duró décadas y se internacionalizó con su programa"Siempre en Domingo" al amparo de la televisión monopolizada, sin competencia y funcional para una dictadura presidencialista y después para el saqueo empresarial neoliberalista.