La televisión no puede olvidar lo importante del fomento cultural, la realza de valores, el ejemplo social y la aportación sustancial en la recepción del televidente, como tampoco puede olvidar su principal función que es el entretenimiento, mismo que debe desarrollarse sin apartarse de los primeros elementos enunciados, pero los rostros hermosos, las presencias llenas de simpatía y la belleza visual, no deben desaparecer de la pantalla, ya que también son elementos prioritarios para la comunicación televisiva, por lo que no deben ser degollados, si no simplemente, sembrar diversidad de bellezas para evitar estereotipos y preparar a los animadores para que intervengan en las emisones y no sean figuras decorativas. La televisión mexicana, nos presenta personajes de enorme atractivo visual cuyo contenido del programa en que intervienen, no les permiten también demostrar sus potenciales en la comunicación, pero una figura de televisión debe tener diferentes atributos en donde la belleza no está peleada de la escencia. Más en www.somoselespectador.blogspot.com
