Enérgica, segura de sí misma, líder de opinión y borracha. Cuando Yuriria Sierra sigue acudiendo con toda "dignidad"a una cabina de radio a pesar de haberse presentado en estado de ebriedad a transmitir su programa informativo y sin que se haya presentado una disculpa o un pretexto, y que su empresa de comunicación no la haya rescindido y que además exista un auditorio que la siga escuchando y siga creyendo sus posturas, no es más que el declive de la moralidad social y en consecuencia, no nos debe de extrañar el pisar fondo de los medios de comunicación, sometidos a la negligencia, a la inmoralidad y a la corrupción. Ni siquiera con aliento alcohólico, sino en completo estado de ebriedad, y sin poder pronunciar el nombre del Presidente López Obrador en su crítica conductista, es que la lectora de noticias Yuriria Sierra tuvo que ser sacada del arte con una cortinilla al caerse de borracha. Ni los directivos de IMAGEN TV, ni los programas especializados en chismes de esa empresa, hicieron mención de la decadencia de los supuestos informadores, que no solamente están perdiendo el debate sino que están sacando su verdadera personalidad y nivel, que en una sociedad podrida es permitible y justificable.Más
en www.somoselespectador.blogspot.com