La ya Presidente, Claudia Sheinbaum prometió que su sexenio tendrá una era tecnológica que marqué un antes y un después en el uso de la red, lo que también enfocan seis años de gobierno que deberán adaptarse al progreso imparable del internet y de la comunicación. Hoy que México tiene una mujer en la presidencia, tal cargo ejecutivo ya marcó un paso histórico notorio y deslumbrante, cuya luz hace que sea desapercibida la participación plena y abundante de la mujer en la comunicación que han dejado muy distante aquellas transmisiones en las cuales el único papel de la comunicadora, consistía en entrevistar al Presidente saliente con su familia en la puerta de la residencia de Los Pinos, para después ser borrada en una transmisión de larga duración, en donde el comunicador central era hombre sin la compañía de ninguna mujer, cuando ahora las comunicadoras han rebasado a los comunicadores en preparación y en la aceptación por parte del televidente, en donde se encuentran comunicadores en plena caducidad y comunicadoras en renovación noticiosa, sin que esto quiera decir que las féminas no formen parte de la corrupción y de la crisis que sufren los medios, principalmente los medios tradicionales con menor crisis que los alternativos, al menos en lo que respecta al conductismo perverso.
martes, 1 de octubre de 2024
MUJERES DE LA COMUNICACION EN ESTOS MOMENTOS
La ya Presidente, Claudia Sheinbaum prometió que su sexenio tendrá una era tecnológica que marqué un antes y un después en el uso de la red, lo que también enfocan seis años de gobierno que deberán adaptarse al progreso imparable del internet y de la comunicación. Hoy que México tiene una mujer en la presidencia, tal cargo ejecutivo ya marcó un paso histórico notorio y deslumbrante, cuya luz hace que sea desapercibida la participación plena y abundante de la mujer en la comunicación que han dejado muy distante aquellas transmisiones en las cuales el único papel de la comunicadora, consistía en entrevistar al Presidente saliente con su familia en la puerta de la residencia de Los Pinos, para después ser borrada en una transmisión de larga duración, en donde el comunicador central era hombre sin la compañía de ninguna mujer, cuando ahora las comunicadoras han rebasado a los comunicadores en preparación y en la aceptación por parte del televidente, en donde se encuentran comunicadores en plena caducidad y comunicadoras en renovación noticiosa, sin que esto quiera decir que las féminas no formen parte de la corrupción y de la crisis que sufren los medios, principalmente los medios tradicionales con menor crisis que los alternativos, al menos en lo que respecta al conductismo perverso.