Ni yotuberos ni periodistas tradicionales, en su gran mayoría
tienen como carrera profesional la de periodismo o la poscreada “ciencias de la Comunicación” que surge como una opción de estudios para el
atractivo escolar. Ni los periodistas y
comunicadores más importantes y mejores de la historia habían cursado carreras únicamente de conocimientos periodísticos, quizá porque no existe una carrera ni un plan de estudios que puedan preparar por sí sola a un periodista. El periodismo sigue dividiéndose entre comunicadores preparados y los
que no lo son. Entre los que tienen herramientas de carreras universitarias y
quienes al no tenerlas, improvisan su
actividad periodística hasta con irresponsabilidad. Entre quienes tienen el
oficio de comunicar y quienes sólo tienen las ganas de hacerlo y que ante los
sacrificios que la actividad demandan, cambian de actividad como cambiar de deporte. existen periodistas que tienen la vocación y quienes utilizan al periodismo como un negocio con
intereses ajenos a los periodísticos. Lo mismo podemos decir de los malos o buenos gobernantes, pero para ello no existe una carrera universitaria, no hay cursos de capacitación o tira de materias para ser Presidente del a
República, porque existen disciplinas que además del oficio y de la vocación
que deben reflejarse en la honestidad,
también requieren un conjunto de conocimientos que no pueden brindar una asignatura exclusivamente. Para mi punto de vista, el periodismo es un oficio no una profesión, pero sí es un oficio que
requiere de manera indispensable a diferencia de otros oficios, el conocimiento de diferentes disciplinas y profesiones. El conocimiento y la ética son fundamentales en
cualquier actividad humana y el periodismo es una de ellas, pero no basta la intención, se necesita el apoyo de una profesión para la propia actividad, ni siquiera para su mayor graduación calificada. Más en www.somoselespectador.blogspot.com