A veces oportuno y otras oportunista, es el periodista Gustavo Adolfo Infante como parte encargada de los espectáculos de Cadena Tres y ahora de Grupo IMAGEN, y que por otra parte, está lejos de ser aquel comunicador apagado de Televisa, aunque llega a sonar pretencioso nombrarse como "El Periodista de las grandes Exclusivas", sin embargo en estos días ha logrado aprobar su examen de graduación. Primero al exponer una entrevista en donde la nieta de los "intocables" Silvia Pinal y Enrique Guzmán, asegura que su abuelo el rockandrolero, abusó de ella, y después al mostrar, una serie de investigaciones que no se quedan en la simple entrevista y en el simple derecho de réplica, en donde Infante expone evidencias sobre las bajezas del exdiputado y exgaribaldi Sergio Mayer, que lejos de ser notas del corazón o del chisme de famosos, si son de interés público como un elemento de excepción ante la línea inviolable de lo privado, por sus repercusiones sociales y jurídicas. Gustavo Adolfo Infante mostró una investigación basada en el
testimonio de la víctima y unos audios con los que se comprobaría que el ex
diputado de Morena utilizó a personas con extremas necesidades como beneficio mediático para su lucimiento
personal y ambiciones políticas. En el audio se desprende un caso específico en
donde se aprovecha de la problemática de un niño que supuestamente habría sido regalado por su madre a su abuela,
quien no se encontraba en las mejores condiciones, razón por la cual Mayer se habría acercado a él, ofreciéndole apoyo a cambio de ganar
popularidad y hechos no apegados a la realidad. En el material auditivo también
se escucha al esposo de Issabela Camil
diciendo que tenía familiares en la Fiscalía General de Justicia que lo podrían
ayudar con el caso del niño, para que
con ese tráfico de influencias, todo pudiera resultar como una telenovela bien
realizada. “La gente va a estar al pendiente si sigue malito, si se le sacó el
acta, si la mamá quiere, si no quiere, o sea, se llama show, es una telenovela,
tenemos en nuestras manos una telenovela”, se le escucha decir con frialdad a
Sergio Mayer. El exdiputado que trató de
reelegirse sin conseguirlo, igualmente ha sido señalado por intervenir en el
enviciamiento del proceso en contra del
padre de Daniela Parra para también poderse exhibir como protector femenino y
meterlo a la cárcel ante una acusación con muchas dudas y violaciones de
derecho. Por su parte Mayer, ante el trabajo periodístico de Infante, se ha
refugiado en espacios de otros comunicadores de dudosa procedencia en su
veracidad, como lo son Lolita de la Vega y René Franco, para no sufrir abolladuras
en su prestigio, ante trabajos de
investigación periodística contundentes. “Para mí Gustavo no es un tema mayor,
me parece como una piedra en el zapato, es algo… o sea, tiene los medios para
estar molestando, para estar desacreditando, él va a seguir desacreditándome, entonces yo
no me voy a desgastar en eso, me da cosita, si fuera un contrincante
importante, pues quizás”-dijo Mayer-, mientras que Infante le contestó con la
invitación a que lo demande. “Yo te invito a que me demandes penalmente”.
Igualmente, retó públicamente a evaluar la autenticidad de sus investigaciones,
en su programa “De Primera Mano”. Así las
cosas, es que nosotros que hemos
criticado a Infante cuando para nuestro punto de vista, tenemos situaciones que
señalar, pero que de igual manera le hemos dado varias
veces voz en nuestros espacios informativos, ahora no nos queda más que
reconocer este trabajo de investigación periodística, que brilla y contrasta
con el subperiodismo de la nota del corazón. El cumplimiento de la labor
periodista de Infante en el caso Sergio Mayer ha sido lograda
satisfactoriamente, y ahora la investigación política o la acción solapadora de
otros comunicadores chayoteros o arrodillados al sistema de corrupción y compadrazgos,
o la falta de investigación en la posible comisión de un delito por parte de
las autoridades y las conclusiones que
resulten de la opinión pública por parte del espectador inteligente o manipulable, ya
es una situación independiente del desempeño que debe realizar de manera
correcta un periodista. Más en www.somoselespectador.blogspot.com