miércoles, 22 de septiembre de 2021

LOS REYES DEL DISCO, ESPECIE EN EXTINCION

 









































ALGUIEN TIENE QUE DECIRLO.-Con el regreso de Lupita D´alessio al mercado del disco promocionado, debido a un convenio en el conflicto legal que tenía con Orfeón, se vislumbra el retorno de  la única mujer sobreviviente de los grandes monstruos de la industria del disco de los años ochentas,  que es una década de oro para la venta del fonograma, debido a que el disco y luego el cassette, eran los instrumentos de excelencia para escuchar música entre los millones de habitantes que no existían en ese número, en la época de Pedro Infante, Alvaro Carrillo y en los inicios de la carrera musical de Agustín Lara o de  José Alfredo Jiménez, en donde la música se  escuchaba con más dependencia y gusto  en la radio. Ahora los métodos de escuchar música son diferentes y prácticos, y no se necesita ni siquiera contar con la pertenecía absoluta de lo que se oye. Las ventas musicales se miden por vistas, likes, y  sonido pagado de manera digital, sin que exista un vendedor supremo sino varios atrayentes para un consumidor inmediato, ocasional o permanente. La punta de la industria discográfica  que se presentó a mitad de los años setentas y que culminó a principios de este siglo por la nueva tecnología  y el pretexto de la  piratería, arrojó a grandes figuras de la música y a grandes vendedores de discos, unos de paso y otros que lograban pedidos permanentes de uno o hasta dos  discos por año. En los tiempos recientes, cantantes del género grupero llevan la batuta en el liderato de la música en español tradicional romántica, pero se igualan en productividad,  a diferencia de aquellos   años de la industria del KCT-LP, en donde destacaban por mucho, las realizaciones que  Juan Gabriel,  José José, Luis Miguel, Camilo Sesto, Rocío Dúrcal, Vicente Fernández, Ricardo González "Cepillín" y Guadalupe Dálessio, les ofrecían al mercado en español. En tiempos recientes, y ante circunstancias de mayor adversidad, la industria del disco y del DVD no ha podido colocar como un producto de magno consumo forzado a Carlos Rivera,  ha fracasado rotundamente y sin saber que hacer con una voz como la de Yuridia Gaxiola y no aprecia por su sordera,  el potencial de  una intérprete como Carolina Ross. Las altas ventas de Alejandro Fernández, Yuri o las que ha mantenido Manoella Torres, son de suma importancia en el total de las ganancias pero no tienen los alcances de superseller. La congeladora promocional a la que se metió a Lupe Dálessio por el litigio con Discos Orfeón, privaron de difusión  la mejor etapa de la cantante,  quien grabó de manera independiente, temas de mayor calidad y fineza que aquellos que la llevaron al rotundo éxito, y que sería benéfico para el catálogo  de Orfeón, poder ser rescatados o reinterpretados ante la negociación de volver a promocionarla y grabarla. Los tiempos cambian y de igual manera sus formas, pero el arte siempre buscará ser comercializado, ya sea por sus resultados mercantiles o por sus efectos de condicionamiento político estructurados. Más en www.somoselespectador.blogspot.com